Un trabajador social debe tener claro que es un agente externo y que debe tratar por todos los medios de no involucrarse con los problemas o sentimientos de las personas. Esto no quiere decir que uno debe ser una roca, sino que debe uno ponerse en el lugar de otro. pero siempre mantener la cabeza fría para poder entregar una solución al problema que les afecte.
La gente nos ve como un apoyo, no como un amigo al cual le cuentan sus problemas. Las personas buscan refugiarse en nosotros y por eso debemos ser fuertes y mirar las cosas con otra perspectiva.
Para las personas la objetividad no existe en el minuto que les afecta el problema, nosotros tenemos que mantenerla. La objetividad es aquella que nos permite hacer ver a las personas que siempre hay dos caras en la moneda, distintas, pero dos al fin.
Como trabajadores sociales, podemos cambiar muchas cosas a base de esfuerzo y dedicación.
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